¿Y dale que escribimos el primer post?

Empezar es siempre difícil. Sea un blog, un mail, un libro o lo que sea, hay que empezar con la hoja en blanco. Superado ese primer momento, suele pasar que te aparece una cataratas de ideas desordenadas que tenés ganas de escribir pero no todas se relacionan. Y así empezamos a escribir esto.

Ahora sí, a un par de renglones de haber empezado ordenamos un poco mejor las ideas y contamos que este blog nace tras definir que viajaremos por el país compartiendo propuestas de juego y disfrutando de viajar, descubrir y aprender.

El viaje empezó hace bastante, casi un año, cuando sentados en Praia Preta nos dimos cuenta que nos encanta viajar y generar propuestas lúdicas. La idea fue madurando en nuestras cabezas, en empezar a ver qué llevaríamos, a dónde iríamos y hasta que en un momento nos dijimos -¿y si nos vamos a recorrer el país?-, -¿Y dale que llevamos juegos y cosas para compartir?- y todo empezó a tomar otro gustito... Fuimos a aprender a manejar, empezamos a seleccionar materiales, a contactarnos con gente, a contarlo, a escuchar recomendaciones, a convencernos que íbamos a dejar la "gran" ciudad, a planificar, a soñar...

De a poco empezamos a definir ganas, qué cosas sí y cuáles no, nos pusimos a pensar en la libertad, en los sueños, imaginamos cómo son las propuestas tan lejos de donde se transita nuestra rutina y definimos que estaría bueno dejarse llevar, empaparnos de realidades, contagiarnos de las luchas y alegrías de cada lugar, nutrirnos de gente distinta, lejana en la distancia y cercana en energías. Disfrutando, animándose, con otras y otros. Poniendo en juego nuestra creatividad, nuestras ideas, nuestras dudas y certezas, la confianza en las personas.

Estamos seguros que volveremos llenos de esperanza para afrontar la vida de otra manera, desde otro lugar, dándole valor a otras cosas, teniendo mucho para contar.

(12/12/2009)

martes, 18 de mayo de 2010

Saltando de Jardín en Jardín

Estuvimos jugando en varios jardines: Nº 13, 22 y 41. Les contamos que nos parecieron increíbles porque están re bien equipados. Son edificios enormes, destinados solamente al jardín, tienen gimnasios grandes, con escenario y sonido, sala de música, algunos tienen vivero y patio con juegos… una belleza.


Tienen maestras jardineras y además preceptoras, a veces rotativas y a veces fijas, que acompañan la actividad. Y además niños y niñas integradas con una maestra integradora que los acompaña toda la jornada. Funcionan de 9 a 12 y de 14 a 17 hs y tienen salas de 3, 4 y 5 años. El más grande tiene 7 salas por turno. Tienen muchísimo material a disposición, desde lo básico como elementos de construcción, de plástica y muñecos, hasta paracaídas, pelotitas, palanganas y más. Un lujo trabajar así. Con ellos hicimos muchos juegos de movimiento, como el pulpo, el cigarrillo 43, bailes de estatuas, manchas y otros.

Y también muchas canciones, entre ellas, tike tike ta, tongo tongo, tira la tirita, pampa y cielo, tía Mónica, tía Jacinta, palo palito y merequeté. Nos acompañaron las maestras y los profes de educación física.


Gracias a todos ellos por la buena onda y el compromiso.

Hubo un detalle que nos llamó la atención: en uno de los jardines tienen pintado en el piso varios círculos de diferentes tamaños. Y para hacer las rondas las seños les piden que se paren sobre la línea pintada. Pero al tener que hacer la ronda en otro lado o de un tamaño diferente, los chicos no podían hacerla solos. Así que la referencia en el piso está buena para hacer una ronda rápidamente, pero el acostumbramiento a esa dinámica, obturó otras posibilidades… para pensar…

Nos parece importante resaltar el valor de la ronda, ya que es la manera de poder verse todos y todas a la cara y de que la palabra pueda circular con fluidez, y no en una sola dirección. La ronda invita a ser parte de lo mismo, a estar a un mismo nivel y que nadie quede afuera ni detrás de otros. Para facilitar la circulación de la palabra y las miradas, nos sentamos los coordinadores separados y lejos de las maestras e invitamos a que nos cuenten cosas y nosotros contarles otras. Creemos que la ronda no debería empezar y terminar en el jardín sino que vale la pena seguirla trabajando en otros niveles y espacios. Elegirla como forma de trabajo implica tomar una posición pedagógica de apertura frente a lo que el grupo tiene ganas de decir y hacer.

Varias de las canciones que compartimos también tienen esta lógica. Hacemos algunas de ejemplo e invitamos a los chicos a sumar algo más… por ejemplo, a decir en qué parte del cuerpo atamos la tirita imaginaria o qué tiene la tía Mónica en su cartera o cómo hace el papá de Abraham.

¡Gracias a los jardines por recibirnos! El 1 y 2 de Junio nos reencontramos con los docentes para un taller de recursos lúdicos y Juegoteca.

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