Estuvimos jugando en varios jardines: Nº 13, 22 y 41. Les contamos que nos parecieron increíbles porque están re bien equipados. Son edificios enormes, destinados solamente al jardín, tienen gimnasios grandes, con escenario y sonido, sala de música, algunos tienen vivero y patio con juegos… una belleza.
Tienen maestras jardineras y además preceptoras, a veces rotativas y a veces fijas, que acompañan la actividad. Y además niños y niñas integradas con una maestra integradora que los acompaña toda la jornada. Funcionan de 9 a 12 y de 14 a 17 hs y tienen salas de 3, 4 y 5 años. El más grande tiene 7 salas por turno. Tienen muchísimo material a disposición, desde lo básico como elementos de construcción, de plástica y muñecos, hasta paracaídas, pelotitas, palanganas y más. Un lujo trabajar así. Con ellos hicimos muchos juegos de movimiento, como el pulpo, el cigarrillo 43, bailes de estatuas, manchas y otros.
Y también muchas canciones, entre ellas, tike tike ta, tongo tongo, tira la tirita, pampa y cielo, tía Mónica, tía Jacinta, palo palito y merequeté. Nos acompañaron las maestras y los profes de educación física.
Gracias a todos ellos por la buena onda y el compromiso.
Hubo un detalle que nos llamó la atención: en uno de los jardines tienen pintado en el piso varios círculos de diferentes tamaños. Y para hacer las rondas las seños les piden que se paren sobre la línea pintada. Pero al tener que hacer la ronda en otro lado o de un tamaño diferente, los chicos no podían hacerla solos. Así que la referencia en el piso está buena para hacer una ronda rápidamente, pero el acostumbramiento a esa dinámica, obturó otras posibilidades… para pensar…
Nos parece importante resaltar el valor de la ronda, ya que es la manera de poder verse todos y todas a la cara y de que la palabra pueda circular con fluidez, y no en una sola dirección. La ronda invita a ser parte de lo mismo, a estar a un mismo nivel y que nadie quede afuera ni detrás de otros. Para facilitar la circulación de la palabra y las miradas, nos sentamos los coordinadores separados y lejos de las maestras e invitamos a que nos cuenten cosas y nosotros contarles otras. Creemos que la ronda no debería empezar y terminar en el jardín sino que vale la pena seguirla trabajando en otros niveles y espacios. Elegirla como forma de trabajo implica tomar una posición pedagógica de apertura frente a lo que el grupo tiene ganas de decir y hacer.
Varias de las canciones que compartimos también tienen esta lógica. Hacemos algunas de ejemplo e invitamos a los chicos a sumar algo más… por ejemplo, a decir en qué parte del cuerpo atamos la tirita imaginaria o qué tiene la tía Mónica en su cartera o cómo hace el papá de Abraham.
¡Gracias a los jardines por recibirnos! El 1 y 2 de Junio nos reencontramos con los docentes para un taller de recursos lúdicos y Juegoteca.
martes, 18 de mayo de 2010
Saltando de Jardín en Jardín
Etiquetas:
danzas circulares,
jardines,
juegos en ronda,
juegos musicales,
jugar,
Rio Gallegos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario