El viernes 2 de julio, nos fuimos a la Escuela de Arte “Huellas Patagónicas”, gracias a que Pancho Spaccarotella nos puso en contacto con Paola Bordón, la directora de esta Escuela de Arte.
A eso de las 15hs arrancó el Taller de Impro con adolescentes que asisten a algunos de los talleres de la Escuela y adultos que se acercaron a partir de la gran difusión que realizó Paola.
Nos divertimos muchísimo. Primero nos fuimos aclimatando caminando por el espacio y dejando fuera de la cabeza, por un ratito, lo que pasara puertas afuera, de a poco fuimos animándonos a interactuar con las demás personas, compartir sonidos y movimientos, luego fueron regalos imaginarios hasta terminar regalando palabras e historias.
Con una gran cantidad de palabras dando vueltas en la cabeza las empezamos a llevar al cuerpo representando fotos y escenas de algunos segundos partiendo de la siguiente premisa: “no hay error y si lo llegara a haber, no se deja en evidencia puesto que, como no hay guión, cada cosa que pasa en la escena es una parte importante de la historia que estamos contando”. Sin lugar a dudas, esta es una de las claves de la impro y, a la vez, una de las bases que hacen que, por un lado, la historia pueda fluir, y por otro que nos podamos animar a pasar sabiendo que nadie va a sugerir que algo de lo que estés haciendo puede estar mal…
Terminamos el encuentro realizando pequeñas obras improvisadas con quienes tuvieron ganas de pasar. Todos quedamos muy entusiasmados/as y si bien a muchos les daba mucha vergüenza pasar, estaba el permiso para ser público y sugerir cómo continuar las historias.
El sábado 3 realizamos la segunda parte del taller de 19 a 21.15 hs. Vinieron las mismas personas del primer encuentro y se agregó una chica más. Entramos en calor siguiendo la misma lógica pero sin repetir muchos ejercicios y agregando, previo al armado de historias, un juego en donde se ponía el acento en los objetos imaginarios.
Luego de ello realizamos un “Kiá” (también llamado Iá jondon) que nos levantó muchísimo la energía y realizamos algunos juegos de Teatro Sport. Mucha de la gente que no había pasado el primer día se fue animando en este segundo encuentro lo cual hizo que se hiciera muy dinámico. Cerramos con el juego “Otra opción” el cual dejamos fluir, y se terminó transformando en una impro con casi diez personas y mucha sugerencia del resto.
Al terminar, algunos de los que participaron nos contaron que participan en distintos grupos de teatro comunitario. Lo cual nos dio mucho gusto ya que pudimos compartir info y quedamos en poder encontrarnos en algún encuentro de teatro, o compartiendo una función de Proyecto Impro.
Compartimos, de regalo, un juego de impro muy simple, el "30 segundos":
Se colocan en parejas, acuerdan quien empieza y a la orden de "¡ya!" comienzan a decirle, a su compa, palabras de distintos órdenes y campos semánticos. Es importante decir todas las que se pueda, al mismo ritmo y sin detenerse hasta que se de la orden de parar, a los 30 segundos.
Ni bien se detiene, su compa comienza a contar una historia utilizando la mayor cantidad de palabras que recuerde. Lo central en este juego, no es contar la historia más original, sino poder utilizar la mayor cantidad de palabras posibles, mantener una mínima coherencia (dentro de la historia que se cuenta, si en ella los perros cantan y bailan o comen pasteles en la luna, estará bien), pero sin dejar de contar hasta que se les diga que paren, a los 30 segundos.
Luego rotan los roles.
Este juego lleva a contar sin pensar demasiado, permitiéndose equivocarse, decir "incoherencias" y divertirse mucho al combinar las palabras.
Proponemos que se juegue cambiando de parejas varias veces, una vez que las dos personas pasaron por ambos roles.
domingo, 11 de julio de 2010
Impro en Huellas Patagónicas, El Calafate
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Están hechos unos grandes profes de impro. Los felicito chicos!
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