Deportes Alternativos en el CAJ de Trevelin

Horacio Andrada, graduado del ISTLyR que se radicó en la Patagonia, nos invitó a participar del CAJ que coordina en Trevelin.

Allí conocimos al profe de Reggaetón, un pibe de 16 años que con toda su presencia se iba con un grupo a un aula para comenzar su taller. La propuesta era poder compartir un espacio de deportes alternativos junto a Valentina, la profe que coordina el espacio de deportes. La gran mayoría eran chicos de 10 a 15 años.
Empezamos con un Diez pases, más que nada porque era simple y muy adrenalínico. Algunas y algunos que veían el juego se fueron sumando a los equipos. Habremos jugado casi veinte minutos. Con los mismos equipos propusimos, luego de un descansito, el Kho-Kho. Que les permitía descansar un poco… fue muy interesante ver cómo empezaron a perseguirse sin parar al comienzo y, a medida que pasaban corredores, se iban armando estrategias para capturar a los pocos segundos, cambiando rápidamente de perseguidores. Se sumaron algunas personas más y parte de los que estuvieron jugando se retiraron, así que rearmamos los grupos y enseñamos el Fútbol Holandés, un deporte creado por Natalia Serfilippo y Sebastián Martínez en 2006 y que aun no se animan a difundir (¡está muy bueno!). Jugaron largo rato, y, tal cual comenta Ricardo Acuña, especialista en Deportes Alternativos, se ve como evolucionan las estrategias rápidamente y el equipo se va organizando a medida que avanza el juego. Para despedirnos invitamos a jugar al Fútbol con una regla particular la del abrazo. Fue interesante el encuentro, y estuvimos casi dos horas corriendo.

Terminamos tomando una merienda y nos fuimos a pasear a un arroyo invitados por Valentina, pero eso ya es otra historia.

Compartimos el Fútbol con la regla del abrazo. Este juego salió de un taller de Fútbol Callejero, en donde se había propuesto que si entre tres personas de un equipo, abrazan a un rival, vale como un gol. Esto lo que generaba era que los jugadores más hábiles, debían estar atentos para no ser abrazados y, una buena defensa no sólo consistía en evitar los pelotazos al arco, sino también el poder abrazar a un compañero para que no quedara sólo, pues si abrazaban a dos o más no valía. Sólo con agregar esta regla se cambia bastante la lógica del juego.

¡Invitamos a probarlo!