¿Y dale que escribimos el primer post?

Empezar es siempre difícil. Sea un blog, un mail, un libro o lo que sea, hay que empezar con la hoja en blanco. Superado ese primer momento, suele pasar que te aparece una cataratas de ideas desordenadas que tenés ganas de escribir pero no todas se relacionan. Y así empezamos a escribir esto.

Ahora sí, a un par de renglones de haber empezado ordenamos un poco mejor las ideas y contamos que este blog nace tras definir que viajaremos por el país compartiendo propuestas de juego y disfrutando de viajar, descubrir y aprender.

El viaje empezó hace bastante, casi un año, cuando sentados en Praia Preta nos dimos cuenta que nos encanta viajar y generar propuestas lúdicas. La idea fue madurando en nuestras cabezas, en empezar a ver qué llevaríamos, a dónde iríamos y hasta que en un momento nos dijimos -¿y si nos vamos a recorrer el país?-, -¿Y dale que llevamos juegos y cosas para compartir?- y todo empezó a tomar otro gustito... Fuimos a aprender a manejar, empezamos a seleccionar materiales, a contactarnos con gente, a contarlo, a escuchar recomendaciones, a convencernos que íbamos a dejar la "gran" ciudad, a planificar, a soñar...

De a poco empezamos a definir ganas, qué cosas sí y cuáles no, nos pusimos a pensar en la libertad, en los sueños, imaginamos cómo son las propuestas tan lejos de donde se transita nuestra rutina y definimos que estaría bueno dejarse llevar, empaparnos de realidades, contagiarnos de las luchas y alegrías de cada lugar, nutrirnos de gente distinta, lejana en la distancia y cercana en energías. Disfrutando, animándose, con otras y otros. Poniendo en juego nuestra creatividad, nuestras ideas, nuestras dudas y certezas, la confianza en las personas.

Estamos seguros que volveremos llenos de esperanza para afrontar la vida de otra manera, desde otro lugar, dándole valor a otras cosas, teniendo mucho para contar.

(12/12/2009)

sábado, 18 de septiembre de 2010

Dos Escuelas de Madryn bien distintas

Escuela de la costa
Nos invitaron a participar de una clase en la Escuela de la Costa, una escuela privada que trabaja bastante lo artístico. Estaban trabajando la identidad. Así que planificamos 3 juegos para hacer con ellos: memotest de características, el cartero y dar vuelta la tela. Así, por un lado los identificaban las cosas que varios tenían en común, cosas que eran únicas de cada uno y desafíos grupales que todos debían resolver. Cerramos charlando acerca de eso. El de dar vuelta la tela no se pudo lograr porque eran muchos. Y eso también hizo reflexionar al grupo. Nos invitaron a almorzar y nos regalaron un juego.



Escuela de Pujol 2.
La bibliotecaria, que participó del taller de recursos lúdicos, nos invitó a realizar una jornada de juegos en su escuela (pública, lindante con un asentamiento). Fuimos a conocer a la directora y diagramamos cómo íbamos a trabajar con los grados. Nos dijeron que algunos eran muy terribles, que había mucha agresión, que otros no hablaban castellano, porque venían de Bolivia, del campo, y sólo hablaban quechua y también había algunos mapuches. Eran muchos chicos así que dividimos por grados. Al llegar tres primeros grados juntos, hicimos una ronda y todos quedaron en silencio absoluto. Nunca vimos una cosa así. Eran como 100 pibes que no emitían ni un sonido. Sentimos que había mucho respeto pero también sumisión, cosa que no nos gustó demasiado. Pero bueno, trabajamos muy bien y muy tranquilos. Hicimos diferentes con los 4 grupos que tuvimos y la pasamos muy bien. Las maestras casi ni participaban a pesar de la insistencia. Los chicos eran bastante agresivos entre ellos porque estaban acostumbrados a pegarse, empujarse, etc. Creemos que para generar un cambio de actitud ahí es importante la intervención de los adultos y sin vocación es imposible.

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