¿Y dale que escribimos el primer post?

Empezar es siempre difícil. Sea un blog, un mail, un libro o lo que sea, hay que empezar con la hoja en blanco. Superado ese primer momento, suele pasar que te aparece una cataratas de ideas desordenadas que tenés ganas de escribir pero no todas se relacionan. Y así empezamos a escribir esto.

Ahora sí, a un par de renglones de haber empezado ordenamos un poco mejor las ideas y contamos que este blog nace tras definir que viajaremos por el país compartiendo propuestas de juego y disfrutando de viajar, descubrir y aprender.

El viaje empezó hace bastante, casi un año, cuando sentados en Praia Preta nos dimos cuenta que nos encanta viajar y generar propuestas lúdicas. La idea fue madurando en nuestras cabezas, en empezar a ver qué llevaríamos, a dónde iríamos y hasta que en un momento nos dijimos -¿y si nos vamos a recorrer el país?-, -¿Y dale que llevamos juegos y cosas para compartir?- y todo empezó a tomar otro gustito... Fuimos a aprender a manejar, empezamos a seleccionar materiales, a contactarnos con gente, a contarlo, a escuchar recomendaciones, a convencernos que íbamos a dejar la "gran" ciudad, a planificar, a soñar...

De a poco empezamos a definir ganas, qué cosas sí y cuáles no, nos pusimos a pensar en la libertad, en los sueños, imaginamos cómo son las propuestas tan lejos de donde se transita nuestra rutina y definimos que estaría bueno dejarse llevar, empaparnos de realidades, contagiarnos de las luchas y alegrías de cada lugar, nutrirnos de gente distinta, lejana en la distancia y cercana en energías. Disfrutando, animándose, con otras y otros. Poniendo en juego nuestra creatividad, nuestras ideas, nuestras dudas y certezas, la confianza en las personas.

Estamos seguros que volveremos llenos de esperanza para afrontar la vida de otra manera, desde otro lugar, dándole valor a otras cosas, teniendo mucho para contar.

(12/12/2009)

sábado, 11 de septiembre de 2010

Sarmiento: juegos en la plaza y en el Hogar de Ancianos

Otra de las propuestas que llevamos a cabo en Sarmiento fue en las Plazas del pueblo. Lunes y Martes, ya que no había clases en las escuelas por desinfección, organizamos junto con Cultura esta movida. La propuesta era ofrecer tanto juegos de mesa como de mayor movimiento, sin una planificación rígida, sino siguiendo las ganas de los que participaran. Así es que el Lunes fuimos a la Plaza Central, y desplegamos algunos juegos de mesa en la glorieta que está en el medio de la plaza.

Como no se había hecho una buena difusión, no vino mucha gente especialmente, salvo los chicos que habíamos invitado del grupo scout, pero sí se acercó la gente que había ido a la plaza a jugar o a pasear. Colgamos unas telas para darle algo de color y movimiento y lentamente empezaron a caer algunos chicos, casi de casualidad. En este espacio había: Tangram, Speed Stack, rompecabezas, cuatro en línea, Make n brake y yenga, shout out, palitos chinos, todos juegos que no requieren muchas reglas para ser jugados, y material para dibujar. Cuando ya empezó a formarse un grupo interesante, abrimos el otro espacio, de juegos de movimiento: saltar la soga, quemado cuadrado, fútbol de manos, colitas, tumbalatas y otros. Cuando se empezó a poner fresco, los chicos se empezaron a ir y después de 3 hs de juego, levantamos las cosas y nos fuimos, para volver el día siguiente a otra plaza, casi en la entrada de Sarmiento.

El Martes volvimos a invitar a jugar de 14 a 17 hs. pensamos que iba a venir menos gente aún porque es un lugar menos céntrico y menos transitado. Tampoco hay árboles ni nada. No llevamos casi juegos de mesa porque en el pasto íbamos a perder todas las fichas. Así que nos valimos de las telas, las pelotas y la imaginación.
Hicimos varias carreras, escondida de telas, varias danzas, circuitos por el túnel y nos disfrazamos y nos sacamos fotos. La pasamos tan bien que ninguno nos queríamos ir, pero ya a eso de las 17:30 hacía frío para seguir ahí y nos despedimos.
Nos habían propuesto ir a dos parajes cercanos, Buen Pasto y Facundo, pero no se pudo arreglar nada y no pudimos conocer. Nos queda pendiente.



También estuvimos visitando el Hogar de Ancianos, en donde compartimos juegos de mesa con los abuelos que están permanentes y un grupo que los van a buscar a sus casas y los llevan al Hogar para compartir un momento con los demás.

Llevamos juegos de pocas reglas, algunos grupales y otros individuales. Lo más significativo fue una señora que no quería jugar al yenga porque no veía bien, pero le insistimos que podía tocar despacito las piezas y sentir cuál estaba floja para poder sacarla, y se animó a jugar. ¡Y no perdió! A muchos les gustan los desafíos individuales, tipo de ingenio. Por eso llevamos varios Tangram y usamos el Bloker en forma individual, con el desafío de ubicar todas las piezas de un color, en un cuarto de tablero. El Make n Brake también fue muy jugado.

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