En el marco de la muestra de los talleres de la Dirección de Cultura, desplegamos algunos juegos de mesa. Y como venían grados enteros con sus maestras, y era complicado explicar juegos de mesa para tantos chicos, eso lo dejamos para los que andaban sueltos y con los grados hacíamos juegos: Cartero, Cigarrillo 43, La Mosca, Gato y Ratón, etc.
Fuimos también al grupo Scout, uno de los más viejos del país que había dejado de funcionar y lo estaban retomando nuevas generaciones. Nos recibieron con un “les damos la bienvenida, de todo corazón”. Hicieron sus rituales Scouts: gritos de cada patrulla y subir la bandera. Después fueron a dejar sus banderines con palos y empezamos a jugar. Primero hicimos un cartero, colitas, diez pases, quemado protegido, el elegido, mancha cachetada, futbol de manos y luego se fueron los chiquitos. Entonces con los más grandes hicimos iá y se hizo el momento de merendar. Luego de la merienda, aún quedaba tiempo, así que hicimos algunos juegos más con los chiquitos: 5 esquinas y dos rondas y cerramos con Merequeté. Nos agradecieron muchísimo, no sabían ninguno de estos juegos… salvo el de las colitas. Así que sumaron nuevas actividades a su bagaje lúdico.
También participamos de un encuentro en una Iglesia Evangélica en un barrio bastante precario. Leo abrió con un Cartero mientras Naty desplegaba juegos en mesas que iba acomodando junto a algunas personas grandes que estaban allí, eran unos doce chicos y siete adultos. Terminado el juego invitamos a ver qué juegos había en las mesas sabiendo que era posible que no los conocieran a todos y sería importante escuchar cómo se juegan antes de ir a buscar otros.
Estuvimos allí hasta cerca de las 15hs. y nos llamó la atención que les costara tanto cuidar los juegos. De todas maneras a los adultos se los vió muy interesados en poder construir algunos de esos juegos para que queden para el espacio.
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